García Blanco, Dorita

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García Blanco, Dorita | Reseñas históricas | Arte, cultura y deporte | Escritores | La Pola | Lena | Comarca de la Montaña Central | Centro de Asturias | Montaña de Asturias | Asturias | Principado de Asturias | España | Europa.

Descripción

Dorita García Blanco, prolífica y polifacética escritora nacida en la villa de Pola de Lena (capital del concejo o municipio asturiano de Lena) en 1945.

Entre otras obras, es autora de Vivir y soñar (Relatos de muyer), 2006, 10 relatos cortos; La isla de Selda, accésit en el II Certamen Internacional de Relatos Cortos «Filando Cuentos de Mujer»; las novelas La casa de Quintana (2007), Corea no es una península (2008), La sombra de la llama (2009), Una Ansellia africana para Marta (2011); los libros de poemas Estación Bisiesta. Primavera/Verano 2008, Sombras en el desván (2005), Enmarañados (2007), La novia del agua (2009), poemario breve compuesto por 15 poemas y uno largo, que es el que cierra el libro y le da el título:

LA NOVIA DEL AGUA

Yo venía paseando por la playa,

hundía las pisadas,

dejaba que las olas llenaran la distancia,

sentía en los tobillos remolinos de agua fría.

Y entonces una paloma

sobrevoló mi presencia

y rozó mis pensamientos

y despojó de sus alas plumas leves,

plumas sobre mi cabeza, plumas blancas

entre inciertos arrullos de alegría.

Después...

Las olas recubrieron con su espuma

huellas, pisadas vacías, y

me rozaron la piel que, aun curtida,

se estremeció. Yo sentía.

(¿La paloma era mi cómplice?).

Acaso oyó la plegaria de esperanza

y palabras que volaron por el aire

sin yo haber adivinado qué decían.

Otro día en otra playa

sentí el agua por la piel. Sentí su caricia tibia

que me transportó hasta Odaiba.

Cruzábamos Rainbow para llegar al Onsen...,

y pasear por la bahía.

El cielo expandió una capa como de plomo y silencio

sobre nuestros cuerpos.

Y luego

la luna desplegando resplandores

tejió magia en la intemperie,

rasgueó las cuerdas de sus rayos

y fundió un haiku con la noche:

Llora la brisa

sobre tu falda azul

con mi tristeza.

El sortilegio más tarde se extendió

por el desierto de mi vida,

y vi el agua bullir

por un oasis lejano —espejismo; algarabía—.

...La luna volvió a esconderse

y las lágrimas mojaron mis mejillas.

Quise atraparlas en un pañuelo bordado

pero huyeron por el agua.

Los haikus se balanceaban

en lo ancho de la noche

—bombilla tenue. Distancia—.

Lejanía y luz

tristeza por el aire.

Melancolía.

Cuando el día me despertó,

vi la paloma en la playa,

sobre el borde de las olas.

Y las sombras de mi cuerpo

danzaban junto a la espuma

y la memoria me hervía.

Otro día,

en otro mar,

una roca rompía.

Vagué sola por la orilla.

La noche no quería luna,

la roca recibía golpes de huída.

Frágiles olas.

Ni la roca esperaba

tanta insistencia.

El mar batía otras aguas

que escaparon de la playa.

La silueta por las rocas.

Los fantasmas acechando

—martillos de sangre fría—.

Grietas de color cárdeno,

pisadas desaparecidas.

El mar no deja huellas.

El mar no pisa.

Y otras aguas, otro día,

humedecían las piedras

que el arroyo besaba a sus orillas.

Comieron la superficie hasta que quedaron huecas

y bajaron la ladera

que conducía hasta el río.

Yo pasaba por un puente.

En un pozo,

palabras que bullían escondidas

salpicaban la ribera.

Yo... y el tiempo...

Sentada entre las piedras

contemplé el manantial

que abría la montaña, bajo los pies del cielo.

...La lluvia. Cristales,

copos de melancolía.

Cortinas de seda blanca.

Cadenas de gotas frías.

Burbujas de piel de lágrimas.

Charcos donde el agua se adormece.

Noche fría.

Y ahora y siempre

agua que me confunde.

Lluvia en las celdas de la luna

que empapa el cielo con sus lágrimas.

Me confunde cuando sangra en corazones solitarios

y traspasa la mañana.

Cuando baja turbia y arrastra lodos

que estancan en pantanos de tristeza y añoranza.

¿Qué quieres agua?

¿Qué puedes buscar en mí?

Y ahora y siempre

el agua me confunde.

Me confunde

cuando golpea la roca

y la carcome

y le arranca las entrañas,

y la llena de oquedades

y la deja

desolada.

Me confunde el agua compacta.

¿Cómo puede ser tan fría

una alfombra ciega y blanca?

¿Qué es un copo que se posa en una hoja

o traspasa una ventana?

¿Cómo serán esos sueños que sueña el agua

cuando duerme inmaculada?

Me confunde

el cristal que forma el agua cuando el frío la traspasa,

y la vuelve transparente, escurridiza.

El hielo que aprisiona el agua

me entristece.

Me confunde el lago encadenado a las nubes,

el lago que se mira en el halo de la luna,

el lago bajo el frío de la noche, esperando

gota

a

gota

la gasa de la niebla

que inunda la colina.

El lápiz de los sueños

que formula siluetas perdidas y teje trizas

que difuminan la tarde,

el aire,

el silencio,

las caricias.

Un atardecer de gris

el agua explotó su fuerza.

Vi saltar las piedras

de la ribera,

con su ira contenida.

... La noche se encendió azul

y la espuma raspó mi rostro asustado

con su polvo de humedad.

Y es otro día.

Y un cielo de naranjas

trastocó el color del agua,

las piedras se calmaron,

la espuma de colores

se sumergió en el pozo

para saltar y mezclarse con el musgo,

y revestirse de verde.

Espuma verde.

Espuma por donde entró

la mañana, cascada abajo,

torrentes y

cascadas

de esperanza.

Me marché lejos del agua.

Lejos, muy allá del más allá del agua.

No quise mirar la espuma.

Ni el torrente.

Ni descender la cascada.

Crucé atolones de los mares de mi vida,

recorrí océanos,

atravesé horizontes

y me escondí entre las nubes.

Sin rumbo fijo.

Como una eterna ola.

¿Dónde la arena?

Una noche llovieron

y el agua me encadenó a los hilos de la lluvia,

me arrastró por la ladera

y me llevó a sus umbrales. Pórtico abierto.

Yo

subí

las escaleras. Y un vestido de agua

inundaba mi silueta.

Me senté ante un retrato.

Todo confusión, luz de duda:

¿Dónde huyeron las sonrisas?

¿Dónde las canciones?

¿Qué del tiempo de las rosas?

¿Qué pisadas rastrean entre sombras

la huída de mi vida?

¿Dónde sepultó el tiempo las palabras?

¿Dónde la vida?

Un retrato reconocía mi silueta empobrecida.

Y recordé una mirada clavada en mi pupila.

Y vuelve el agua, y llama a la ventana.

Los nudillos de sus gotas me lastiman.

Saben bien que su rumor

traspasará mis mejillas.

Porque

soy la novia del agua,

la novia del agua que espera

la mañana

la novia del agua sobre el transcurrir del río

y sus espejos de plata.

La novia que se peina la melena,

y enreda la fantasía

en la ribera, entre el tomillo y la albahaca,

sollozando.

La novia del agua.

La que baila con sombras huecas

y sus luces de añoranza.

Soy la novia del agua

vestida de madreselvas.

La novia

orlada con collares de tristeza,

anillos de violetas,

brazaletes de alhelíes.

La novia del agua,

la que sale al crepúsculo

con túnicas de grosellas.

y se asoma a la ventana

entre visillos de lluvia y añoranza de estrellas,

mientras rocío racimos por los cristales,

y laberintos de perlas.

El agua sabe que admiro sus hilos sobre la fuente,

cuando me siento a su vera

a soñar;

a soñar que sueño y tejo redes

húmedas de seda

y confecciono un vestido de agua pura.

La novia del agua con un vestido de sueños

de agua recortada y fresca.

Sueños.

Quiero ser una sirena.

Quiero surcar otros mares.

Quiero cantar en la arena

cuando la luna se esconda

y las sombras ensombrezcan.

Sueños.

Yo quiero seguir soñando

con la magia. Y que la magia me envuelva

y me encarne transparente,

me lleve a vagar por bosques,

me envuelva entre la espesura,

me acurruque con las bestias.

Yo quiero seguir soñando

sueños que siempre soñé:

escuchar los chispazos de la noche,

percibir la fragancia del rocío,

rozar el terciopelo de los pétalos,

observar el fulgor de las estrellas.

Soñar y beber néctar.

Soñar

y sentir la libertad.

Quiero sentarme en la selva

y contemplar cómo llueve el agua

sobre la ansiosa floresta.

Porque yo soy desde ahora

la blanda novia del agua.

Novia del agua que sueña

y no quiere ver el agua prisionera del asfalto

Ni en mamparas.

Ni en pinceles.

Ni en palabras.

Ni atrapada entre rejas del futuro,

pues el futuro, el futuro

y el pasado no son sino más que rejas.

Agua vísteme de agua de novia.

Mójame sobre la hierba.

Atrápame en la cascada con los brazos de tus hebras.

Envuélveme entre las sábanas de tus gotas hechiceras.

Agua.

Agua.

Yo soy la novia del agua.

Y me encuentro en la ribera de un río desconocido,

aire de brazos de seda,

hiedra de melancolía por la memoria desierta.

Soy la novia blanca del agua.

Novia del agua que añora.

Novia del agua que sueña.

En otro mar y otra playa,

donde la luna oscurece el cielo de la esperanza.

Notas que suenan muy dulces

desde en un velero de sombras

que navega en la distancia.

Una nube viene y va, mientras me acaricia el agua.

Un agujero en el cielo

abre una grieta azulada

Yo soy la novia del agua.

Una gota

que camina

solitaria.

El cristal de esta ventana

encubre fechas pasadas.

Nombres.

Corazones.

Un mapa.

Palabras envueltas

en un visillo de vaho con lazar escarlata.

Pero yo soy desde ahora

la frágil novia del agua.

Novia del agua.

Hereda tú este mar

desde este instante.

 

Concejo de Lena

Fronteriza con la Meseta, Lena ha sido plaza defensiva y puerta de Asturias al mismo tiempo, y ha visto y ve como miles de viajeros y peregrinos se adentran en Asturias por sus caminos, jalonados de historias, y entre montañas y puertos que son retos deportivos y donde las nieves son casi eternas.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Lena son: Aller, Mieres, Quirós y Riosa. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Lena, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de la Montaña Central

Corazón de la Cordillera Cantábrica con cumbres y puertos que traen a la memoria gestas heroicas; vías romanas y camino de Santiago; escondite idílico de Reliquias; aldeas de ensueño; templos Patrimonio de la Humanidad; estaciones de esquí; minería, patrimonio industrial y un Parque Natural que es Reserva de la Biosfera.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Aller, Lena, Mieres, Morcín, Ribera de Arriba y Riosa. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«Además de las montañas, la costa de Asturias es otro tesoro natural. Con sus acantilados espectaculares, playas vírgenes y pintorescas calas, la costa asturiana es simplemente impresionante. La combinación del mar Cantábrico y el paisaje montañoso crea un escenario espectacular y único. Algunas playas destacadas incluyen la Playa de Gulpiyuri, una pequeña playa escondida en medio de prados verdes, y la Playa de Torimbia, famosa por su belleza natural y su ambiente tranquilo.»

Resumen

Clasificación: Reseñas históricas

Clase: Arte, cultura y deporte

Tipo: Escritores

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Lena

Parroquia: La Pola

Entidad: La Pola

Zona: Centro de Asturias

Situación: Montaña de Asturias

Comarca: Comarca de la Montaña Central

Dirección: Pola de Lena

Código postal: 33630

Web del municipio: Lena

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Lena

Dirección

Dirección postal: 33630 › Pola de Lena • La Pola › Lena › Asturias.
Dirección digital: Pulsa aquí



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